La
gente suele caminar sin siquiera pensar que primero debe mover un pie y luego
el otro. Es algo que realiza sin pensar en detalle cada movimiento. Lo mismo
ocurre a veces, cuando hablamos o actuamos. No se piensa en cada parte que
conlleva una acción.
Solemos decir cosas, que quizás sentimos, quizás no. Pero al decirlas, generalmente alguien está del otro lado, escuchando. Creyendo en nuestras palabras, imaginando el porvenir consecuente de ese discurso. No sólo nos definen nuestras acciones, sino que nuestras palabras también. Al hablar, creamos ilusiones en nuestro oyente, creamos un mundo basado en nuestras palabras, dejando a un lado nuestras acciones. Hablamos sin pensar.
No siempre se actúa en base a nuestras palabras, a veces incluso nos contradecimos. Decimos una cosa, luego actuamos de una manera distinta, sin importar qué palabras habíamos vendido. De esta manera, lastimamos a quien quizás ni tenemos intención de lastimar.
Decimos algo, sin siquiera haber pensado si eso es lo que realmente queremos, si es lo que buscamos o lo que estamos dispuestos a dar. Vendemos una historia, vendemos un sentimiento, vendemos una mentira. Vendemos algo que no es.
Por eso, debemos pensar antes de hablar, pensar antes de actuar. Intentar no lastimar a quien queremos, intentar no lastimar a quien ni siquiera conocemos. Ir con la verdad siempre de frente.
Siempre sostuve bien firme que es mejor una verdad que duela a una mentira que ilusione. Se sabe bien que el dolor tras una ilusión es mucho más profundo que el de un golpe duro y seco.
Piensa. Piensa antes de actuar. Piensa antes de hablar.
Solemos decir cosas, que quizás sentimos, quizás no. Pero al decirlas, generalmente alguien está del otro lado, escuchando. Creyendo en nuestras palabras, imaginando el porvenir consecuente de ese discurso. No sólo nos definen nuestras acciones, sino que nuestras palabras también. Al hablar, creamos ilusiones en nuestro oyente, creamos un mundo basado en nuestras palabras, dejando a un lado nuestras acciones. Hablamos sin pensar.
No siempre se actúa en base a nuestras palabras, a veces incluso nos contradecimos. Decimos una cosa, luego actuamos de una manera distinta, sin importar qué palabras habíamos vendido. De esta manera, lastimamos a quien quizás ni tenemos intención de lastimar.
Decimos algo, sin siquiera haber pensado si eso es lo que realmente queremos, si es lo que buscamos o lo que estamos dispuestos a dar. Vendemos una historia, vendemos un sentimiento, vendemos una mentira. Vendemos algo que no es.
Por eso, debemos pensar antes de hablar, pensar antes de actuar. Intentar no lastimar a quien queremos, intentar no lastimar a quien ni siquiera conocemos. Ir con la verdad siempre de frente.
Siempre sostuve bien firme que es mejor una verdad que duela a una mentira que ilusione. Se sabe bien que el dolor tras una ilusión es mucho más profundo que el de un golpe duro y seco.
Piensa. Piensa antes de actuar. Piensa antes de hablar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario